jueves, 19 de marzo de 2020

Lao Tse: Tao Te King


LAO TSE
TAO TE KING
Versión de José M. Tola
(Barral Editores, Barcelona, 1972)

1.
El Tao que puede ser expresado no es el Tao Absoluto
El nombre que puede ser revelado no es el Nombre Absoluto Sin-nombre es el principio del Cielo y la Tierra
Con-nombre es la Madre de todas las cosas
Así
Quien permanece sin deseos contempla el Misterioso Principio 

Quien guarda deseos contempla los límites de las apariencias Ambos son idénticos en su Origen
Y distintos son sus nombres al hacerse manifiestos
Este misterio se llama Infinita Profundidad
Profundidad no desvelada aún por el hombre
Que es la Puerta de todas las Maravillas del Universo


2.
Cuando los hombres conocen que la bondad es buena Entonces saben que la maldad existe
Cuando los hombres conocen que la belleza es bella Entonces saben que la fealdad existe

Así
Ser y no-ser se engendran el uno al otro
Difícil y fácil se complementan el uno al otro
Largo y corto son relativos el uno al otro
Alto y bajo se acompañan el uno al otro
Sonido y tono se armonizan el uno al otro
Antes y después se suceden el uno al otro
Por lo tanto el Sabio
Enseña sin palabras obra sin-acción
Sin embargo nada queda sin realizar
Cuando la existencia se manifiesta no se opone a ella
Actúa pero no se apropia
En la obra realizada no exige que se le reconozcan méritos
Y es porque no pretende el mérito que éste no se le puede arrebatar


3.
No alabando al ilustre se mantiene al hombre alejado de la rivalidad
No estimando lo valioso se mantiene al hombre alejado de la codicia
No mostrando lo deseable se mantiene el corazón del hombre alejado de la confusión Por lo tanto el Sabio gobierna
Vaciando el corazón del hombre y llenando su vientre
Debilitando su ambición y robusteciendo sus huesos
Apartando al hombre del conocimiento y los deseos
Enseña así al que sabe a no-obrar
Cuando la práctica de la no-acción se realiza
Todos hallan paz en el vivir
Y nada queda sin ser gobernado


4.
El Tao es como un recipiente hueco
Cuanto más produce más difícil es de agotar
Parece ser el manantial de donde brotan todas las cosas
Y sin embargo en su profundidad permanece eternamente

Suavizando sus propias asperezas
Ordenando sus enredos
Moderando su resplandor
Sumergiendo su propio estruendo
Sin embargo oscuro como las aguas profundas parece seguir siendo Desconociendo de donde proviene

Asemeja al Predecesor de todas las cosas

5.
El Cielo y la Tierra no muestran parcialidad Tratan a las cosas como a perros de paja
El sabio no tiene parcialidad
Trata al hombre como a perro de paja

El espacio entre el Cielo y la Tierra se asemeja a un fuelle
Su vacío es inagotable y cuando más se le mueva más surgirá de él

El agua favorece a todas las cosas y no excluye a ninguna Es mejor conservar el Centro de uno mismo

6.
El Espíritu del Valle nunca muere
Este forma la Misteriosa Madre
Su Vientre es la Puerta del origen del Cielo y la Tierra Continua y permanente
Realiza sin consumirse jamás
Pídele y te servirá con facilidad


7.
El Cielo es eterno la Tierra permanente
El Cielo es eterno porque no busca su existencia en sí misma
La Tierra es permanente porque no busca su existencia en sí misma Por ello perduran

Por esto el Sabio
Se mantiene rezagado y se olvida de sí
Siendo así sobrevive
¿No es acaso por su desinterés por lo que logra realizarse?


8.
La Bondad Superior es como el agua
El agua favorece todas las cosas y no excluye a ninguna Permanece en los lugares que otros desprecian
Por esto se asemeja al Sabio
En el vivir halla la felicidad de la vida
En el pensar se asemeja al Profundo Abismo
En la bondad se armoniza con todos
En las palabras es sincero
En el gobierno equilibrado
En el trabajo obra con rectitud
En el caminar encuentra oportuno el tiempo
Siendo así no se opone y la maldad queda olvidada


9.
Que cada cosa siga su curso natural
No le busques los extremos
Una espada continuamente afilada no dura mucho tiempo Una sala llena de oro y jade es difícil de guardar Opulencia y poder conducen a la soberbia
Y de esto nace la ruina
Acabada la obra y el mérito cumplido
Lo oportuno es retirarse
Esto enseña el Tao del Cielo


10.
¿Puedes hacer que el cuerpo y el espíritu se armonicen y no puedan desligarse? ¿Puedes hacer que tu respiración sea tierna y fresca como la de un niño?
¿Puedes anular los pensamientos hasta purificar tu energía?
¿Puedes gobernar el imperio beneficiando a los hombres por medio de la no-acción? ¿Puedes ser pasivo en el abrir y cerrar las Puertas del Cielo?

Comprendiendo estas cosas
¿Puedes permanecer como si no entendieses nada?


11.
Treinta rayos convergen en el círculo de la rueda Y por el espacio que hay entre ellos
Es donde reside la utilidad de la rueda
La arcilla se trabaja en forma de vasos

Y en el vacío reside la utilidad de ellos.
Se abren las puertas y ventanas en las paredes de una casa
Y por los espacios vacíos es que podemos utilizarla
Así de la no-existencia viene la utilidad y de la existencia la posesión


12.
Los cinco colores hacen que el ojo del hombre se enceguezca
Los cinco sonidos hacen que el oído del hombre se ensordezca
Los cinco sabores hacen que el paladar del hombre se estropee
La competencia y la cacería hacen que el hombre se embrutezca
Aquello que embota los sentimientos del hombre le hace realizar esfuerzos nocivos Pero aquel que es Sabio lo es por el vientre y no por el ojo

Así rechaza lo último y persiste en lo primero

13.
<<El favor y la desgracia son parecidos al miedo
La grandeza y el dolor son como nuestro cuerpo>>
¿Qué quiere decir <<El favor y la desgracia son parecidos al miedo>>? El favor es un privilegio y la desgracia un mal
Lo mismo ocurre al lograrlo que al perderlo, permanecemos con temor Esto es <<El favor y la desgracia son como el miedo>>
¿Qué quiere decir <<La grandeza y el dolor son como nuestro cuerpo>>? Aquello en donde se siente dolor es en nuestro cuerpo
Si no lo tuviéramos ¿Cómo existiría el dolor?
Luego aquel que considera al mundo como a su cuerpo
Puede gobernar el imperio
Y aquel que ama al imperio como a su cuerpo
Puede serle confiado el mundo a su cuidado


14.
Aquello que se mira y no se ve se llama invisible Aquello que se toca y no se siente se llama impalpable Aquello que se escucha y no se oye se llama inaudible Lo invisible lo impalpable lo inaudible
Juntos forman uno solo
Revelado no es claro
Oculto no es oscuro
Inagotable no puede ser definido
Se remonta más allá de todas las cosas
Es la forma que carece de forma
Es la figura que no tiene figura
Es el Inaccesible Misterio
Si lo enfrentas no verás su rostro
Si lo sigues no verás su espalda
Si te acompaña el Tao del pasado
Gobernarás la existencia presente
Y conocerás el Infinito Origen
Esto encierra el misterio del Eterno Principio


15.
Antiguamente los Hombres Perfectos eran sutiles penetrantes profundos
Difícil era comprenderlos no pudiendo ser comprendidos trataré de describirlos

Eran cautelosos como quien atraviesa un río en invierno Eran prudentes como quien teme a sus vecinos
Eran reservados como el huésped de una casa
Eran indiferentes como el hielo que está por derretirse Eran sencillos como la madera sin trabajar

Eran vacíos como los valles
Eran oscuros como las aguas turbias

¿Quién puede aclarar lo oscuro cuando deviene lentamente en luz? ¿Quién puede aquietar lo turbio cuando ello se purifica con calma? Aquel que sigue estos principios no alberga deseos
Quien alberga deseos permanece pequeño

Siendo pequeño no se llega a crear nuevas cosas
Conserva el Vacío Absoluto
Y la Perfecta Paz permanecerá
Todas las cosas tienen un mismo origen
Y desde allí las contemplamos retornar
Todas las cosas emanan florecientes
Y cada una de ellas regresa a su origen
Regresar a su Principio es reposar
Reposar es encontrar el nuevo Destino
El regreso al Destino se le llama Eternidad
Al que conoce lo Eterno se le llama Iluminado
El que desconoce lo Eterno su miseria es desventura Quien conoce la Eternidad todo lo posee
Quien es justo con los demás es soberano
Quien es soberano es semejante a lo Supremo
Lo Supremo es el camino del Tao
Alcanzando el Tao tendrá vida eterna
Y aunque su cuerpo muera él nunca perecerá


16.
17.
En la antigüedad los grandes soberanos pasaban desapercibidos Los sucesores menos grandes eran adulados y respetados
Los sucesores de estos menos grandes aún eran temidos
Los sucesores de estos menos grandes aún eran despreciados

No existiendo la confianza surge la desconfianza
Tranquilas eran sus palabras y sin obrar los hombres vivían en libre armonía Parecían no gobernar así el pueblo tenía éxito porque se realizaba
De acuerdo con ellos mismos


18.
Cuando el Tao se pierde aparecen la benevolencia y la piedad Cuando aparecen la instrucción y los modales hay grandes hipócritas Cuando las relaciones familiares no son armoniosas
Se habla de amor filial y de amor paterno
Cuando hay desorden y confusión en los pueblos
Se habla de amor a la patria
Pero donde reina la armonía está el Tao
Cuando el Tao se pierde aparece la falsedad


19.
Anula el conocimiento
Y la fortuna beneficiará al pueblo largo tiempo
Suprime la piedad y la benevolencia
Y los hombres encontrarán tranquilidad y dulzura
Suprime la mentira y la falsedad
Y no habrá más ladrones ni bandidos
Sin embargo estas enseñanzas no son suficientes
Por eso haz que el hombre muestre franqueza y se avenga a lo natural Que olvide sus intereses y anule los deseos


20.
Suprime la instrucción y terminarán las molestias Entre <<Ah>> y <<Puff>> ¿Cuánta diferencia hay? Entre bien y mal ¿Cuánta diferencia hay?
Lo que los hombres temen es difícil dejar de temerlo Pero qué distante está el alba del despertar

Los hombres viven disfrutando como en los días de las grandes ceremonias O como si subieran a los jardines de una torre en primavera
Sólo yo permanezco sin deseos
Como un niño que no ha aprendido a sonreír

Caminando abandonado como quien no tiene hacia donde volver Todos los hombres viven en la opulencia
Sólo yo parezco necesitado como un pobre
Mi espíritu está confuso al igual que el de un loco

Los vulgares saben discernir parecen iluminados
Sólo yo parezco inútil como quien no conoce ocupación
Todos los hombres parecen tener algo que cumplir
Mi apariencia es la de un tonto desmañado
Pero me diferencio de los demás porque hallo la paz en la Madre que me nutre


21.
La manifestación de la virtud camina cerca del Tao
El origen del Tao es esquivo y difuso
Pero siendo así en su profundidad hay manifestaciones Y en su profundidad es incomprensible y misterioso En lo incomprensible y misterioso guarda su Esencia En esta Esencia se halla el Flujo Vital

Desde los días de la antigüedad ha mantenido su pureza Y éste a sido el origen de todas las cosas
Siendo así podemos ver al Padre
¿Cómo se puede conocer al Padre de todas las cosas? Por esto

Lo incompleto será colmado
Lo torcido será enderezado
Lo vacío será llenado
Lo consumido será renovado Poseer poco es gran adquisición Poseer mucho es estar errado Por eso el Sabio

Ateniéndose al Principio se olvida de sí mismo Y de las cosas
Su presencia es modelo para todos los hombres

No se muestra por esto resplandece No se vanagloria por esto sobresale No se jacta por esto le es dada gloria No se exalta por esto merece elogio Porque no propone lucha
Nadie entre los hombres lucha contra él Los hombres antiguos dijeron
Sé humilde y te mantendrás entero
¿Pueden estas palabras considerarse vacías?


22.
23.
Hablar poco es lo natural
Un fuerte viento no puede durar toda una mañana
Una lluvia torrencial no puede durar todo un día
¿De dónde provienen estas cosas?
Si no del Cielo y de la Tierra
Ni el Cielo ni la Tierra pueden durar eternamente
¿Cúanto menos no deberían durar los seres humanos?
Quien sigue el camino del Tao se identifica con el Tao
Quien practica la Virtud se identifica con la Virtud
Quien se adhiere a los defectos se identifica con los defectos
El que se identifica con el Tao será acogido por el Tao
El que se identifica con la Virtud será acogido por la Virtud
El que se identifica con los defectos será acogido por los defectos El que carece de fe
No podrá exigir fe a los demás


24.
Quien está sobre la punta de los pies no guarda equilibrio Quien alarga sus pasos no llega lejos
Quien se muestra a sí mismo no llega a ser luminoso Quien se aprueba a sí mismo no encuentra mérito

Quien se jacta de sí mismo no encuentra reconocimiento Quien se vanagloria de sí mismo no alcanza el triunfo Estos comparados con el Tao son como basura o desechos Cosas que todos aborrecen y son tenidas por despreciables Por eso quien sigue el Tao se aleja de allí

25.
Hay algo natural y perfecto
Existente antes que el Cielo y la Tierra
Inmóvil e insondable
Permanece solo y sin modificación
Está en todas partes y nunca se agota
Se le puede considerar la madre de todas las cosas No conociendo su nombre lo llamo Tao
Obligado a darle un nombre lo llamaría Trascendente Trascendente significa avanzar
Avanzar es llegar más allá
Llegar más allá quiere decir retornar

Por esto el Tao es Supremo El Cielo es Supremo
La Tierra es Suprema
El Hombre es Supremo

En el universo hay cuatro cosas Supremas Y el que reina es una de ellas
El hombre acata las leyes de la Tierra
La Tierra acata las leyes del Cielo

El Cielo acata las leyes del Tao El Tao las de su propia naturaleza

26.
Lo pesado es la raíz de lo ligero
La quietud domina al movimiento
Por esto el sabio aunque viaje todo el día
Nunca abandona el principio del camino
Aunque viva rodeado de gloria y esplendor nunca pierde la paz ¿Cómo es posible que un gobernante dueño de diez mil carros de / guerra tome con ligereza sobre sí un imperio?
Si es ligero perderá el Centro
Si es impetuoso perderá el dominio de sí mismo


27.
Un buen caminante no deja huellas
Un buen orador no ofende a nadie
Un buen contador no necesita instrumentos de cálculo
Un buen guardián no utiliza cerrojos ni barrotes
Sin embargo es imposible abrir lo que él cerró
El que sabe atar no emplea ni cuerdas ni nudos
Sin embargo es imposible desatar lo que él unió
Por esto el sabio siempre encuentra oportuno ayudar a los hombres Y no halla motivo para rechazar a persona alguna
Esto es brillar esplendorosamente
Luego el hombre bueno es maestro del hombre malo
Y el malo es la lección del bueno
Y quien no aprecie a su maestro
Ni ame la lección
Aunque preparado parecerá un necio
En esto radica el secreto de lo Esencial


28.
Quien tiene conciencia del Principio Masculino
Y se atiene al Principio Femenino
Es como un cauce profundo que atrae a todo el universo hacia él Siendo cauce profundo
La Constante Virtud no lo abandona
Y retorna a su Primer Origen
Quien conoce la luz pero se atiene a la oscuridad
Se convierte en el Camino del Universo
Siendo el Camino del Universo posee la Constante Virtud
No vacila y retorna al Estado Perfecto
Quien conoce la gloria pero conserva su propia humildad
Llegará a ser el Valle del Universo
Siendo el Valle del Universo
Poseerá la Eterna Virtud
Y regresará nuevamente al Principio Original
Este Principio al dispersarse dará inicio a numerosas manifestaciones Que en manos del Sabio tendrá cada una su función
Por lo tanto gobernará en conjunto y no en detalles

Quien intenta darle forma al mundo Modelarlo a su capricho Difícilmente lo logrará
El mundo es un Vaso Espiritual Que no se puede manipular

Quien hace lo uno o lo otro lo estropea
Quien lo retiene lo pierde
Porque con respecto a las cosas
Algunas van delante otras van detrás
Algunas soplan hacia fuera otras soplan hacia dentro Algunas son fuertes otras son débiles

Algunas pueden romperse otras caer Por esto el Sabio
Rechaza el exceso
Rechaza la opulencia

Rechaza la complacencia

29.
30.
El que pretende gobernar por medio del Tao
No utiliza el poder de las armas
Porque a los actos con armas responderá la violencia
Donde los ejércitos acuartelaron sólo hay espinos y hierba seca A grandes batallas siguen años de hambre
Al buen guerrero sólo le guía el deseo de servir y se detiene
No se atreve a confiar en el poder de las armas
Una vez cumplido su propósito no se jacta de ello
Una vez cumplido su propósito no se enorgullece de ello Vence porque no puede menos pero no para engrandecerse Cuando las cosas alcanzan su máxima altura empiezan a decaer Esto se llama ser contrario al Tao
Lo que es contrario al Tao camina rápidamente hacia su fin

31.
En lo que concierne a las armas éstas son instrumentos de mal agüero Siendo así todos los hombres las detestan
El Sabio en la paz utiliza como sitio de honor la izquierda
Cuando está en guerra utiliza para las armas la derecha

Ya que éstas son instrumentos de infortunio
El que sigue al Tao no siente atracción por ellas
Hace uso de las armas para los casos inevitables
Anteponiendo la calma ante todo
En la victoria no halla placer
Si hallase placer significaría que se recrearía con la matanza
El que se recrea en la matanza de los hombres
En su ambición no podrá gobernar el mundo
Para los asuntos favorables el sitio es a la izquierda
Para los asuntos adversos el sitio es a la derecha
El segundo jefe se coloca a la izquierda
El general en jefe se coloca a la derecha
Al igual que en los ritos funerarios
Las grandes matanzas deberán ser lloradas con gran pesar y luto
En la victoria el vencedor ocupa el lugar que le corresponde en los ritos funerarios


32.
El Tao siendo eterno carece de nombre
Su simplicidad aunque pequeña no puede ser utilizada por persona alguna Si príncipes y gobernantes pudieran atenerse a él
Todas las cosas por sí mismas se someterían
Cielo y Tierra estarían unidos para lloverles su dulce rocío
El pueblo libre de gobierno viviría en absoluta armonía

En el principio hubo la necesidad de darle un nombre Entonces se le mencionó
Pero aquel que sabe darle nombre a las cosas
No debe olvidar que existe lo Innombrable Conociendo esto sabe lo que no perece jamás

Así como los cauces y los valles
Son para los ríos y los arroyos
Los ríos y los arroyos reinan sobre los valles
Y sus aguas descienden hasta el mar
Así el Tao Eterno puede ser comparable con los ríos que buscan reposo en el mar

Quien conoce a los otros es ilustrado
Quien se conoce a sí mismo posee sabiduría
El que conquista a los otros tiene músculos fuertes El que se conquista a sí mismo es poderoso
Quien sabe contentarse tiene riqueza
Quien obra firme en su propósito tiene carácter
El que no pierde su Centro resiste
El que muere mas no perece tiene larga vida


33.
34.
El Tao fluye en todas direcciones
Hacia la derecha hacia la izquierda
Todas las cosas encuentran la vida en su Origen
Y él no las rechaza
Realizada su obra no reclama nada para sí
Sostiene y nutre innumerables cosas pero no domina sobre ellas Careciendo de deseos se le puede llamar Pequeño
Todas las cosas vuelven hacia él
Pero no exige nada a cambio
Por esto se le puede llamar Grande
Al igual que el Sabio no considera su grandeza
Por esto la grandeza está siempre en él


35.
El que conserva en sí la Gran Virtud Encontrará la plenitud
Así hallará tranquilidad paz y armonía

Música y alimentos agradables hacen detenerse al caminante Pero en cambio el Tao es tan puro que carece de sabor Contemplado no parece digno de ser mirado
Oyéndolo no parece digno de ser escuchado

Sin embargo si bebemos de él Nunca encontraremos su fin

36.
Si quieres que algo se contraiga primero debes dejarlo extenderse
Si quieres que algo se debilite primero debes dejarlo hacerse fuerte Si quieres que algo caiga primero debes ponerlo en alto
Para poder recibir tienes que haber dado antes
Esto se llama Conocimiento
Lo blando y lo frágil vencen a lo duro y a lo fuerte
Los peces deben ser dejados en lo profundo de las aguas
Las armas cortantes deben ser guardadas donde no puedan ser vistas


37.
El Tao siempre permanece inactivo
Sin embargo no hay nada que quede sin realizar
Si príncipes pudieran atenerse a él
El mundo por sí cambiaría
Y si al cambiar despertasen deseos
Estos se empequeñecerían por la Simplicidad Esencial En la Simplicidad Esencial no existen deseos
Si todas las cosas están liberadas de deseos
Todo permanecería en quietud
Y el mundo por su propia iniciativa hallaría la paz


38.
El hombre de virtud superior no considera su virtud Luego tiene virtud
El hombre de virtud inferior cuida su virtud
Luego carece de virtud

El hombre de virtud superior jamás actúa
Sin embargo nada queda sin que sea realizado El hombre de virtud inferior actúa
Sin embargo deja sin realizar todas las cosas

La Bondad Superior carece de intenciones
La Justicia Superior tiene siempre generalidades
La acción ritual necesita de observación y fuerza para someter a los hombres Cuando Tao se pierde aparece la humanidad
Cuando la humanidad se pierde aparece la justicia
Cuando la justicia se pierde aparece lo ritual
Así lo ritual oscurece a la humanidad
Entonces empieza la confusión
Los profetas son la flor del Tao
El comienzo de la locura
Por lo tanto el hombre de virtud superior
Se atiene a lo sólido y no a lo ligero
Habita en la fruta y no en la flor
Así rechaza lo último y persiste en lo que permanece


39.
Todo aquello que en un tiempo antiguo alcanzó la Unidad fueron El Cielo por la Unidad tuvo la claridad
La Tierra por la Unidad tuvo la estabilidad
El Espíritu por la Unidad tuvo la actividad

El Valle por la Unidad tuvo la plenitud
Por la Unidad todos los seres lograron la existencia
Por la Unidad príncipes y gobernantes reinaron en el mundo Así fue que cada uno llegó a ser así

Si el Cielo no tuviera aquello por lo cual se vuelve claro podría oscurecerse
Si la Tierra no tuviese aquello por lo cual es estable podría derrumbarse
Si los Espíritus no tuviesen aquello por lo cual son activos podrían detenerse
Si el Valle no tuviese aquello por lo cual llega a estar lleno podría consumirse
Si todas las cosas no tuviesen aquello por lo cual permanecen podrían extinguirse Si los príncipes y soberanos no tuviesen aquello por lo cual son soberanos/ podrían ser depuestos

Por esto lo noble debe buscar su origen en lo humilde
La alta posición considera lo inferior como su fundamento Príncipes y gobernantes se llaman a sí mismos <<El Ignorante>> / <<El Huérfano>> <<El Indigno>>
Esto significa que toman lo humilde como su origen
¿Y no es así acaso?
Por lo tanto los que buscan encontrar la fama no logran hallarla Así los gobernantes crecen rebajándose
Y se rebajan al intentar crecer
Mejor que tintinear como el jade
Es retumbar como las rocas

El retorno es la acción del Tao
La suavidad es la función del Tao
Todas las cosas del Universo provienen de su ser Y el Ser tiene su origen en el No-Ser


40.
41.
Cuando el hombre superior escucha hablar del Tao trata de seguir el Camino Cuando el hombre medio escucha hablar del Tao confunde el sendero con el Camino Cuando el hombre inferior escucha hablar del Tao ríe en estruendosas carcajadas
Si nadie se riese de él no indicaría la grandeza del Tao

Así el proverbio dice
Tao siendo luz semeja la oscuridad
Tao siendo progreso semeja retroceso
Tao siendo suave semeja aspereza
La Virtud Superior es vacía como el Valle
La Claridad Superior es como si careciera de resplandor La Virtud Perfecta parece insuficiente
La Virtud más sólida parece frágil
La Virtud más recta parece confusa
Tao es como un gran cuadrado que no tiene ángulos
Tao es como un gran vaso difícil de llenar
Tao es como un gran sonido difícil de escuchar
Tao siendo una forma tan grande carece de contornos Tao estando oculto permanece sin nombre
Y siendo así en él todas las cosas convergen y se realizan


42.
Tao produce el Uno
Siendo el Uno manifiesto
Produce el Dos
Existiendo el Dos aparecen los Contrarios
Estos entran en la existencia al producirse el Tres El camino de todas las cosas
Lleva la oscuridad a sus espaldas y la luz al frente Ambas armonizan con el Infinito Espíritu
Por esto todas las cosas
Disminuyen y sin embargo aumentan
Aumentan y sin embargo disminuyen

Lo que los otros han enseñado también lo enseño yo
<<Que ni los fuertes ni los violentos morirán de muerte natural>> Utiliza este pensamiento para seguir el Camino

Lo más blando supera a lo más duro Aquello que carece de forma
Penetra en lo impenetrable
Por esto conozco el valor de la no-acción Pocos en el mundo han llegado hasta aquí


43.
44.
¿Qué amas más la fama o tu persona?
¿Qué amas más tu persona o tus riquezas?
¿Qué te hace más desdichado ganar o perder?
Por eso aquel que desea demasiado demasiado consume Aquel que más atesora más pierde
El hombre que se contenta no padece desgracias
El hombre que sabe detenerse evita el peligro
Siendo así tu vida será larga

La Suprema Perfección parece imperfección Pero en su uso jamás resulta dañado
La Suprema Abundancia resulta austeridad Pero en su uso resulta inagotable

La Suprema Rectitud parece tortuosa
La Suprema Habilidad parece torpeza
La Suprema Elocuencia parece tartamudeo
El movimiento vence al frío
La quietud vence al calor
La pureza y la calma son las reglas del universo


45.
46. Cuando el Tao reina en el imperio
Los caballos de guerra son usados para arar en los campos Cuando el Tao no reina en el imperio
Los caballos de guerra pastan más allá de las fronteras

No hay peor mal que perseguir los deseos
No hay peor mal que no saber contentarse
No hay peor mal que entregarse a la codicia
Luego aquel que no conoce el contento jamás se bastará a sí mismo

Sin ir más allá de nuestra puerta Podemos conocer el mundo
Sin asomarnos a nuestra ventana Podemos conocer los Caminos del Cielo

Cuanto más nos alejamos Tanto menos se ha avanzado Por esto el Sabio
Sin caminar alcanza su meta Sin ver todo ha sido observado Sin obrar todo queda realizado


47.
48.
Persevera en los estudios y día a día aumentarán tus conocimientos Persevera en el Tao y día a día los perderás
Por la constante pérdida
Se llega a no-obrar

No-obrando todo se cumple
Cuando alguien se ve obligado a hacer algo El mundo está ya fuera de su alcance

49.
El Sabio no tiene corazón propio
Hace de corazón de los demás el suyo propio
Con el bueno obra de buena forma
Con el malo obra de buena forma
Porque buena es la virtud
Con el sincero obra sinceramente
Con el falso obra sinceramente
Porque sincera es la virtud
Así el sabio permanece en paz y alberga la simplicidad Por eso su corazón es grande y el pueblo está en él Los considera como una madre a sus propios hijos


50.
El hombre que vive deprisa muere demasiado antes
Las causas de la vida son trece
Las causas de la muerte son trece
Los hombres que aman la vida con ansiedad mueven el punto de su muerte ¿Cómo así?

Porque quieren vivir la vida intensamente
Pero aquel que sabe conservar la vida
Cuando camina por el desierto no halla rinocerontes ni tigres Y va a través de un ejército sin llevar coraza ni espada
Así ni el rinoceronte encuentra donde hundirle su cuerno
Ni el tigre donde clavar sus garras
Ni las armas donde hundir su filo
¿Cómo así?
Porque no busca los peligros de la muerte

Tao da nacimiento a todas las cosas
La Virtud las nutre
El mundo las recibe con formas distintas Y la Energía las complementa
Por eso lo manifiesto
Honra al Tao y estima la Virtud
Por natural inclinación

Luego Tao las produce
La virtud las nutre
Las desarrolla las mantiene
Y las protege
Produce y no posee
Produce y no se apropia
Las dirige sin buscar su dominio Cuando se han logrado no las reclama No reclamándolas no las pierde


51.
Aquello por lo cual el universo tuvo principio
Puede ser llamado la Madre
Conociendo a la Madre el hombre conoce a sus hijos Pero aun conociendo a los hijos prefiere a la Madre

Si se mantienen unidos los labios
Si se mantienen cerradas las puertas No se debilitará
Pero si abre su corazón al deseo
Y prefiere la acción
No podrá salvarse

El que puede ver lo pequeño tiene ojos penetrantes Aferrarse a lo débil es permanecer fuerte Aprender a usar la propia luz opacando su brillo Así el cuerpo no sufrirá daño alguno
En esto reside el secreto del Tao

52.
Si hubiese sabiduría en mí
Recorrería el Gran Camino
Pero evitaría los senderos
El Gran Camino es fácil de seguir
Pero los hombres prefieren los senderos

Mientras en los palacios reina la opulencia Los campos están cubiertos de malas hierbas Los almacenes públicos vacíos
Así vestidos con trajes suntuosos
Llevan a la cintura armas cortantes Abundante es su vino y sus manjares
Poseen oro y bienes en cantidad
Todo esto induce al hombre a un mal destino

¿No es esto apartarse del Tao?

53.
54.
El que planta profundamente no verá caer lo sembrado El que abraza con firmeza no suelta con facilidad
Y los hijos de los hijos le harán siempre ofrendas
Por infinitas generaciones

Si cultiva el Tao para sí su virtud será verdadera
Si cultiva el Tao en familia la virtud será abundante Si cultiva el Tao en la aldea la virtud será múltiple Si cultiva el Tao en el estado la virtud será completa Si cultiva el Tao en el mundo la virtud será universal

Así
Por la virtud del hombre conocemos al hombre Por la virtud de la familia conocemos a la familia Por la virtud de la aldea conocemos la aldea
Por la virtud del estado conocemos al estado
Por la virtud del mundo conocemos al mundo ¿Cómo sé que esto es cierto?
Por sí mismo


55.
El que posee en sí la Virtud es como un niño
Ni el insecto venenoso clava en él su aguijón
Ni la fiera salvaje busca atacarlo
Ni las aves de rapiña tratan de agarrarlo
Blandos son sus huesos, flexibles sus tendones
Sin embargo ya su abrazo aferra fuertemente
Todavía ignora su sexo mas posee la plenitud del estímulo Sin embargo perfecta es la vitalidad de su esperma

Puede llorar todo el día y su garganta no enronquece Porque en él está la Perfecta Armonía
Poseer esta armonía es conocer lo Eterno
Conocer lo Eterno es ser iluminado

Quien busca vivir apasionadamente encuentra la desgracia Quien escucha el palpitar del corazón oye acercarse a la muerte Cuando las cosas llegan a su extremo empiezan a declinar
Esto es contrario al Tao
Y lo que es contrario al Tao rápidamente encuentra su fin

Las palabras no denotan sabiduría
La sabiduría no se encierra en las palabras

Manteniendo unidos los labios
Manteniendo cerradas las puertas
Suprime así sus propias asperezas
Suprime así sus propios enredos
Suprime así su propio esplendor Confundiéndose con la pequeñez del polvo
Esto está considerado como el Perfecto Misterio

Entonces el amor y el odio no pueden tocarle Las ganancias y las pérdidas no le afectan
El honor y la deshonra no lo dañan
Por esto es lo más preciado del mundo


56.
57.
Con la rectitud se gobierna el imperio
Con la habilidad se emplean las armas
Pero con la no-acción se conquista el mundo ¿Cómo sé que esto es cierto?
Así
Cuantas más leyes y prohibiciones hay en el mundo Más pobre y mísero será el pueblo
Cuantas más armas tenga el imperio
Más desorden y confusión habrá en el pueblo Cuantas más artes e industrias tenga el pueblo
Más cosas inservibles e inútiles habrá
Cuantas más órdenes y leyes dicten los gobiernos Más salteadores y ladrones habrá

Luego el sabio
Sin obrar enseña que la gente por sí misma aprenda a desenvolverse Sin violencia aprenderá la gente por sí misma a estar tranquila
Sin hacer comercio aprenderá la gente por sí misma a beneficiarse Sin deseos enseña que la gente por sí misma se vuelva sencilla


58.
Donde el gobierno sea más lento e inactivo El pueblo será más próspero
Donde el gobierno interviene y es eficiente El pueblo está descontento

Pues en el sufrimiento florece la felicidad
Y en la felicidad es donde se esconde la desgracia
¿Cómo se conoce sus resultados?
Cuando todas las cosas están sin orden
Cuando la justicia se convierte en obsesión
Cuando la bondad se transforma en complacencia
Esto es lo que los hombres por mucho tiempo no han entendido

Así el sabio
Siendo anguloso no hiere
Siendo recto no es inoportuno Siendo resplandeciente no deslumbra


59.
Para el gobierno de los hombres
Y en el servicio de los Caminos del Cielo
Lo correcto es la moderación
Sea esta moderación el cuidado más preciado

Preciado cuidado es acumular los atributos del Tao
Con los atributos del Tao no queda nada que no se pueda realizar Si no hay nada que no se pueda realizar
Nadie puede conocer sus límites
Si nadie puede conocer sus límites
Se puede tomar posesión del imperio
Si sus actos se identifican con la Madre
Largo tiempo gobernará sobre el pueblo
Profunda es su raíz y sólido su tronco
Porque conoce el camino de la vida y la visión duradera


60.
Si quieres gobernar un gran imperio
Hazlo como asarías un pequeño pez
Si quieres gobernar el mundo con el Tao
Los espíritus de los muertos no molestarán a los vivos No porque los muertos no sigan siendo poderosos Sino porque su poder no dañará jamás a los hombres No dañando los espíritus al hombre
Tampoco el poder del Sabio los dañaría jamás
Si ellos no se ofenden el uno al otro
Es porque poseen la virtud


61.
Un gran estado sabe mantenerse abajo
Y sin embargo es el centro del mundo
Hace como la Mujer del mundo
Con la calma la mujer vence al hombre
Con la calma se sabe mantener debajo
Así un gran estado se humilla ante uno pequeño con el fin de poseerlo
Un pequeño estado se humilla ante los mayores con el fin de ser más extenso Luego unos se humillan con la finalidad de ser más poderosos

Y otros se humillan con la finalidad de ser más extensos
El deseo de un gran estado es gobernar sobre el mayor número de hombres El deseo de un estado menor es unirse y ser mayor
Así considerando que el uno y el otro alcancen sus deseos
Es el más alto el que debe humillarse más porque conoce a los de abajo


62.
El Tao es la fuente de todas las cosas
Es el tesoro del hombre bueno
Es el refugio del hombre malo
Con hermosas palabras se puede comprar a los hombres Con hermosas acciones se puede engrandecer a los hombres

En la coronación del Emperador
En el nombramiento de los Tres Ministros
Mejor que enviar tributos de jade
Y avanzar sobre el carro de cuatro caballos
Es enviar el tributo del Tao
¿No es cierto que los antiguos lo honraban
Porque cuando era necesario venía siempre por sí mismo Quien siendo culpable busca la paz encuentra al Tao
Por esto el Tao es el tesoro del mundo


63.
Practica la no-acción
Deja las cosas sin-hacer y que actúe la inactividad

Considera agradable de sabor lo insípido Estima grande las cosas pequeñas Encuentra lo mucho en medio de lo poco Corresponde al odio con la Virtud
Trata con lo difícil mientras aún es fácil
Trata con lo grande mientras aún es pequeño
Todas las cosas del mundo considéralas como las más grandes Mientras todavía permanezcan pequeñas

Por esto el Sabio no emprende grandes cosas Y así alcanza la grandeza
Quien con facilidad promete
Difícilmente mantendrá lo prometido

Quien considera las cosas como fáciles
Encontrará dificultades
Por esto el Sabio encuentra todas las cosas difíciles Y así no halla dificultades

64.
Lo calmo es fácil de retener
Lo que aún no es manifiesto es fácil de evitar
Lo frágil es fácil de quebrar
Lo pequeño es fácil de disipar
Trata con las cosas antes de que entren en la existencia
Ordena las cosas antes de que empiece el desorden
Un árbol que apenas se puede abrazar nació de una pequeña semilla Una torre de nueve pisos empezó por un puñado de tierra
Un largo viaje empieza a nuestros pies

Por eso el sabio cuida tanto el principio como el final
Y así no fracasa
Pero el hombre vulgar en cualquier negocio siempre fracasa En vísperas de terminar
Por eso es mejor despreciar las cosas difíciles de conseguir Y emprender todas las cosas en lo que tienen de fácil
Así nada se echa a perder
Por eso el que sabe no-aprendiendo aprende
Retorna a las cosas que para otros han pasado inadvertidas Así deja crecer las cosas desde su principio
Y no se aventura a obrar


65.
Quien entre los antiguos practicaba el Tao
No lo utilizaba para despertar la sabiduría de los hombres
Sino que lo empleaba para hacer que permanecieran en la simplicidad Cuando es difícil gobernar un pueblo
Es señal que saben demasiadas cosas
Por eso gobernar al pueblo
Aumentando su conocimiento es colmarlo de desgracia
Pero quien gobierna al pueblo
Disminuyendo su conocimiento es colmarlo de prosperidad

Quien sigue estos principios ha comprendido el Camino
Tener conciencia del Camino es poseer la Misteriosa Virtud
La Misteriosa Virtud es infinitamente profunda e infinitamente extensa Es lo inverso de todas las cosas
Sin embargo en ella es donde se encuentra la Suprema Eficacia


66.
Los mares y los ríos son los señores del valle
Porque siendo los señores del valle saben como mantenerse debajo Así reinan sobre todas las cosas
Por eso el Sabio para estar por encima de los hombres
Debe mantenerse con las palabras por debajo de ellos
Si quiere ser cabeza del pueblo debe colocarse en su cola
Si está en su alto lugar los hombres no sentirán su peso
Está delante de ellos pero el pueblo no siente estorbo
Todo sobre lo que él reine será feliz y lo obedecerá


67.
Todos conocen la grandeza del Tao
Siendo grande carece de contornos
Porque carece de contornos es por lo que es grande
Si se alcanzase a darle una forma habría perdido su grandeza

Conservo tres maravillas que guardo como cosas preciosas La primera con palabras se llama dulzura
La segunda con palabras se llama calma
La tercera con palabras se llama humildad

La dulzura hace que pueda tener constancia
La calma hace que pueda tener reservas
La humildad hace que pueda estar sobre los otros
Y sin embargo
Ahora sin dulzura se pretende tener constancia
Rechazando la calma se quiere tener reservas
Despreciando la humildad se quiere estar por encima de los otros Pero éstas solo conducen a la destrucción
Quienes luchan con dulzura vencerán
Aquellos que se defienden con dulzura estarán seguros
Y el Cielo los protegerá


68.
El gran general no posee deseos de guerra
El gran guerrero no es violento
El gran conquistador no combate
Aquél que es grande se mantiene por debajo de sus hombres Esta es la virtud de la no-acción

Esta es la forma de conducir a los hombres Esta es la Suprema Unión con el Cielo

69.
Para quienes están destinadas las armas hay un proverbio <<Es mejor ser huésped que ser anfitrión
Es mejor retroceder un pie que avanzar una pulgada>> Esto quiere decir

Sin necesidad de moverse saber avanzar
Sin necesidad de subirse las mangas saber rechazar
Sin necesidad de utilizar armas saber conquistar
No hay peor mal que considerar pequeña la fuerza del enemigo
Atacando con ligereza se empieza perdiendo
Así en la batalla aquel de los ejércitos que menosprecie al contrario perderá

Mis palabras son fáciles de entender
Y el Camino sencillo de seguir
Sin embargo nadie las llega a comprender Ni trata de emprender el Camino
Las palabras tienen un antiguo origen
Y vienen a través del Camino
No pudiendo entenderlas
Los hombres no llegan a comprenderme Son pocos los que siguen mis palabras Por esto estoy más allá de toda alabanza

Así el Sabio se cubre con toscas telas Y oculta las virtudes para sí
Porque conoce su valor no las ostenta


70.
Saber desconocer nuestra sabiduría es lo sublime Saber conocerla es como padecer un mal Solamente cuando se sufre por este mal
Se está libre de él

El Sabio no sufre este mal Puesto que sabe que lo padece Así jamás tiene este mal

71.
72.
Si los hombres no temen lo que debe temerse
Mayores desgracias recaerán sobre ellos
Procurar que nadie encuentre estrecha su morada
Procurar que nadie encuentre estrecha su existencia
Los hombres que no deseen disgustarse jamás se disgustarán Por eso aquel que se conoce jamás se exhibe

Se estima a sí mismo pero no lo aprecia

73.
Quien es osado en atreverse estará muerto
Quien es osado en no atreverse mantendrá la vida
Poder distinguirlas es saber que una es dañina y la otra buena ¿Cómo podemos conocer los mandatos del cielo
Si hasta el Sabio los considera difíciles de saber?
Así el Camino del Cielo
No combate mas siempre obtiene victoria
No utiliza palabras mas siempre tiene respuestas
No indica mas siempre todo viene de él
Permanece calmado pero sabe concebir sus proyectos Extensa es la red del Cielo amplias sus mallas
Jamás de ellas nada logra escapar


74.
¿Si los hombres no temen la muerte
Con qué fin amenazarlos con la muerte?
Si alguien obrase mal hacer que tenga horror a la muerte
Para que el Cielo pueda castigarlo y darle muerte
¿Quién así se atreverá al mal sabiendo que está en manos de la muerte? Quien toma a su cargo este lugar para dar muerte
Es como quien en vez del carpintero intenta aserrar
Al intentar aserrar difícilmente salvará su mano


75.
El pueblo sufre hambre
Porque sus gobernantes lo agobian de impuestos
Por esto el pueblo sufre hambre
El pueblo es difícil de gobernar
Porque sus gobernantes gustan hacer más de lo necesario Por esto el pueblo es difícil de gobernar
El pueblo no teme a la muerte
Porque desea con exceso vivir
Por eso no teme la muerte
Así quien no le da importancia a la vida
Es más sabio que quien desea con ansias vivir


76.
Cuando el hombre es niño es tierno y blando
Pero cuando llega la muerte se vuelve rígido y duro Hierbas y árboles cuando brotan son tiernos y débiles
Pero cuando les llega la muerte se vuelven mustios y secos Por esto lo rígido y lo duro son heraldos de la muerte
Por esto lo tierno y lo débil son heraldos de la vida
Así cuando un ejército es fuerte perderá la batalla
Así cuando un árbol está rígido será hecho leña

El sitio de lo fuerte y lo duro está debajo
El sitio de lo débil y lo tierno está en lo alto


77.
El Tao del Cielo es semejante al tensar del arco
El extremo superior baja el extremo inferior sube
Disminuye su longitud y agranda su anchura
Así es el Tao del Cielo
Disminuye a lo que posee demasiado Agranda a lo que posee poco Pero el Tao del hombre por el contrario no es así
A quien le falta le arrebata para aumentar la fortuna del que le sobra

¿Quién ofrece teniendo lo suficiente? Sólo el que posee el Tao
Por eso el Sabio
Cuando ofrece no presume de ello

Y en él no guarda su mérito
Ni quiere que se muestre su sabiduría


78.
Lo débil siempre vencerá a lo fuerte
Nada hay en el mundo tan débil y flexible como el agua Pero cuando ataca a lo duro y a lo fuerte demuestra su poder Así lo débil vence a lo fuerte y lo flexible a lo duro
No hay entre los hombres quien no lo sepa
Pero todos parecen ignorarlo y nadie lo practica

Por eso el Sabio enseña
Que quien soporta sobre sí todos los infortunios de un imperio Puede llegar a ser el soberano
Estas palabras son verdaderas aunque no lo parezcan


79.
Aun cuando hayas arreglado un gran desacuerdo
Siempre se esconderá una huella de rencor
¿Cómo hacer para que esto no sea así?
Para ello el sabio toma la parte izquierda de lo establecido Y no le preocupa lo que haga el de la parte derecha

Quien en sí tiene virtud vigilará sus propios compromisos Mientras quien esconda rencor vigilará los compromisos ajenos
El Tao del Cielo no tiene parientes predilectos
Pero siempre acompaña al que actúa de acuerdo a la Virtud


80.
En un reino muy pequeño donde sus habitantes sean pocos Y aunque entre los pocos hubiese hombres muy capaces No encontrarían ocupación alguna
Aprenderían más bien a temer a la muerte

Y no a ir en busca de ella
Aunque existieran carruajes y embarcaciones
Los hombres no viajarían
Aunque tuviesen corazas y espadas
Jamás tendrían necesidad de usarlas
Volverían a utilizar las cuerdas y los nudos y a servirse de ellos Entonces encontrarían buenas sus comidas
Hermosos sus vestidos
Tranquilos sus hogares
Acogedoras sus costumbres
Si los reinos vecinos estuviesen tan cercanos
Como para poder oír los ladridos de los perros
El canto de los gallos
Los hombres de este pequeño reino
No desearían querer abandonarlo jamás


Las palabras verdaderas no son bellas
Las palabras bellas no son verdaderas
El hombre que habla mucho no dice buenas cosas El hombre que es bueno no habla mucho
El que sabe no es sabio
El que es Sabio no sabe
El hombre que posee virtud no la acumula
Lo que posee para sí lo da a los demás
Cuanto más da a los otros más posee para sí

El Tao del Cielo beneficia pero no perjudica jamás El Tao del Sabio actúa pero no es violento jamás

81. 

Las palabras verdaderas no son bellas
Las palabras bellas no son verdaderas
El hombre que habla mucho no dice buenas cosas El hombre que es bueno no habla mucho
El que sabe no es sabio
El que es Sabio no sabe
El hombre que posee virtud no la acumula
Lo que posee para sí lo da a los demás
Cuanto más da a los otros más posee para sí

El Tao del Cielo beneficia pero no perjudica jamás 
El Tao del Sabio actúa pero no es violento jamás 

lunes, 31 de marzo de 2014

Nietzsche. Sobre verdad y mentira


FRIEDRICH NIETZSCHE
Sobre verdad y mentira en sentido extramoral

                                                1

En algún apartado rincón del universo centelleante, desparramado en innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto más altanero y falaz de la "Historia Universal": pero, a fin de cuentas, sólo un minuto. Tras breves respiraciones de la naturaleza, el astro se heló y los animales inteligentes hubieron de perecer. Alguien podría inventar una fábula semejante pero, con todo, no habría ilustrado suficientemente cuán lastimoso, cuán sombrío y caduco, cuán estéril y arbitrario es el estado en el que se presenta el intelecto humano dentro de la naturaleza. Hubo eternidades en las que no existía; cuando de nuevo se acabe todo para él no habrá sucedido nada, puesto que para ese intelecto no hay ninguna misión ulterior que conduzca más allá de la vida humana. No es sino humano, y solamente su poseedor y creador lo toma tan patéticamente como si en él girasen los goznes del mundo. Pero, si pudiéramos comunicarnos con la mosca, llegaríamos a saber que también ella navega por el aire poseída de ese mismo pathos, y se siente el centro volante de este mundo. Nada hay en la naturaleza, por despreciable e insignificante que sea, que, al más pequeño soplo de aquel poder del conocimiento, no se infle inmediatamente como un odre; y del mismo modo que cualquier mozo de cuerda quiere tener su admirador, el más soberbio de los hombres, el filósofo, está completamente convencido de que, desde todas partes, los ojos del universo tienen telescópicamente puesta su mirada en sus obras y pensamientos.

Es digno de nota que sea el intelecto quien así obre, él que, sin embargo, sólo ha sido añadido precisamente como un recurso de los seres más infelices, delicados y efímeros, para conservarlos un minuto en la existencia, de la cual, por el contrario, sin ese aditamento tendrían toda clase de motivos para huir tan rápidamente como el hijo de Lessing. Ese orgullo, ligado al conocimiento y a la sensación, niebla cegadora colocada sobre los ojos y los sentidos de los hombres, los hace engañarse sobre el valor de la existencia, puesto que aquél proporciona la más aduladora valoración sobre el conocimiento mismo. Su efecto más general es el engaño -- pero también los efectos más particulares llevan consigo algo del mismo carácter --.

El intelecto, como medio de conservación del individuo, desarrolla sus fuerzas principales fingiendo, puesto que éste es el medio, merced al cual sobreviven los individuos débiles y poco robustos, como aquellos a quienes les ha sido negado servirse, en la lucha por la existencia, de cuernos, o de la afilada dentadura del animal de rapiña. En los hombres alcanza su punto culminante este arte de fingir; aquí el engaño, la adulación, la mentira y el fraude, la murmuración, la farsa, el vivir del brillo ajeno, el enmascaramiento, el convencionalismo encubridor, la escenificación ante los demás y ante uno mismo, en una palabra, el revoloteo incesante alrededor de la llama de la vanidad es hasta tal punto regla y ley, que apenas hay nada tan inconcebible como el hecho de que haya podido surgir entre los hombres una inclinación sincera y pura hacia la verdad. Se encuentran profundamente sumergidos en ilusiones y ensueños; su mirada se limita a deslizarse sobre la superficie de las cosas y percibe "formas", su sensación no conduce en ningún caso a la verdad, sino que se contenta con recibir estímulos, como si jugase a tantear el dorso de las cosas. Además, durante toda una vida, el hombre se deja engañar por la noche en el sueño, sin que su sentido moral haya tratado nunca de impedirlo, mientras que parece que ha habido hombres que, a fuerza de voluntad, han conseguido eliminar los ronquidos. En realidad, ¿qué sabe el hombre de sí mismo? ¿Sería capaz de percibirse a sí mismo, aunque sólo fuese por una vez, como si estuviese tendido en una vitrina iluminada? ¿Acaso no le oculta la naturaleza la mayor parte de las cosas, incluso su propio cuerpo, de modo que, al margen de las circunvoluciones de sus intestinos, del rápido flujo de su circulación sanguínea, de las complejas vibraciones de sus fibras, quede desterrado y enredado en una conciencia soberbia e ilusa? Ella ha tirado la llave, y ¡ay de la funesta curiosidad que pudiese mirar fuera a través de una hendidura del cuarto de la conciencia y vislumbrase entonces que el hombre descansa sobre la crueldad, la codicia, la insaciabilidad, el asesinato, en la indiferencia de su ignorancia y, por así decirlo, pendiente en sus sueños del lomo de un tigre! ¿De dónde procede en el mundo entero, en esta constelación, el impulso hacia la verdad?

En un estado natural de las cosas, el individuo, en la medida en que se quiere mantener frente a los demás individuos, utiliza el intelecto y la mayor parte de las veces solamente para fingir, pero, puesto que el hombre, tanto por la necesidad como por hastío, desea existir en sociedad y gregariamente, precisa de un tratado de paz y, de acuerdo con este, procura que, al menos, desaparezca de su mundo el más grande bellum omnium contra omnes. Este tratado de paz conlleva algo que promete ser el primer paso para la consecución de ese misterioso impulso hacia la verdad. En este mismo momento se fija lo que a partir de entonces ha de ser "verdad", es decir, se ha inventado una designación de las cosas uniformemente válida y obligatoria, y el poder legislativo del lenguaje proporciona también las primeras leyes de verdad, pues aquí se origina por primera vez el contraste entre verdad y mentira. El mentiroso utiliza las designaciones válidas, las palabras, para hacer aparecer lo irreal como real; dice, por ejemplo, "soy rico" cuando la designación correcta para su estado sería justamente "pobre". Abusa de las convenciones consolidadas haciendo cambios discrecionales, cuando no invirtiendo los nombres. Si hace esto de manera interesada y que además ocasione perjuicios, la sociedad no confiará ya más en él y, por este motivo, lo expulsará de su seno. Por eso los hombres no huyen tanto de ser engañados como de ser perjudicados mediante el engaño; en este estadio tampoco detestan en rigor el embuste, sino las consecuencias perniciosas, hostiles, de ciertas clases de embustes. El hombre nada más que desea la verdad en un sentido análogamente limitado: ansía las consecuencias agradables de la verdad, aquellas que mantienen la vida; es indiferente al conocimiento puro y sin consecuencias e incluso hostil frente a las verdades susceptibles de efectos perjudiciales o destructivos. Y, además, ¿qué sucede con esas convenciones del lenguaje? ¿Son quizá productos del conocimiento, del sentido de la verdad? ¿Concuerdan las designaciones y las cosas? ¿Es el lenguaje la expresión adecuada de todas las realidades?

Solamente mediante el olvido puede el hombre alguna vez llegar a imaginarse que está en posesión de una "verdad" en el grado que se acaba de señalar. Si no se contenta con la verdad en forma de tautología, es decir, con conchas vacías, entonces trocará continuamente ilusiones por verdades. ¿Qué es una palabra? La reproducción en sonidos de un impulso nervioso. Pero inferir además a partir del impulso nervioso la existencia de una causa fuera de nosotros, es ya el resultado de un uso falso e injustificado del principio de razón. ¿Cómo podríamos decir legítimamente, si la verdad fuese lo único decisivo en la génesis del lenguaje, si el punto de vista de la certeza lo fuese también respecto a las designaciones, cómo, no obstante, podríamos decir legítimamente: la piedra es dura, como si además captásemos lo "duro" de otra manera y no solamente como una excitación completamente subjetiva? Dividimos las cosas en géneros, caracterizamos el árbol como masculino y la planta como femenino: ¡qué extrapolación tan arbitraria! ¡A qué altura volamos por encima del canon de la certeza! Hablamos de una "serpiente": la designación cubre solamente el hecho de retorcerse; podría, por tanto, atribuírsele también al gusano. ¡Qué arbitrariedad en las delimitaciones! ¡Qué parcialidad en las preferencias, unas veces de una propiedad de una cosa, otras veces de otra! Los diferentes lenguajes, comparados unos con otros, ponen en evidencia que con las palabras jamás se llega a la verdad ni a una expresión adecuada pues, en caso contrario, no habría tantos lenguajes. La "cosa en sí" (esto sería justamente la verdad pura, sin consecuencias) es totalmente inalcanzable y no es deseable en absoluto para el creador del lenguaje. Éste se limita a designar las relaciones de las cosas con respecto a los hombres y para expresarlas apela a las metáforas más audaces. En primer lugar, ¡un impulso nervioso extrapolado en una imagen! Primera metáfora. ¡La imagen transformada de nuevo en un sonido! Segunda metáfora. Y, en cada caso, un salto total desde una esfera a otra completamente distinta. Se podría pensar en un hombre que fuese completamente sordo y jamás hubiera tenido ninguna sensación sonora ni musical; del mismo modo que un hombre de estas características se queda atónito ante las figuras acústicas de Chladni en la arena, descubre su causa en las vibraciones de la cuerda y jurará entonces que, en adelante, no se puede ignorar lo que los hombres llaman "sonido", así nos sucede a todos nosotros con el lenguaje. Creemos saber algo de las cosas mismas cuando hablamos de árboles, colores, nieve y flores y no poseemos, sin embargo, más que metáforas de las cosas que no corresponden en absoluto a las esencias primitivas. Del mismo modo que el sonido configurado en la arena, la enigmática x de la cosa en sí se presenta en principio como impulso nervioso, después como figura, finalmente como sonido. Por tanto, en cualquier caso, el origen del lenguaje no sigue un proceso lógico, y todo el material sobre el que, y a partir del cual, trabaja y construye el hombre de la verdad, el investigador, el filósofo, procede, si no de las nubes, en ningún caso de la esencia de las cosas.

Pero pensemos especialmente en la formación de los conceptos. Toda palabra se convierte de manera inmediata en concepto en tanto que justamente no ha de servir para la experiencia singular y completamente individualizada a la que debe su origen, por ejemplo, como recuerdo, sino que debe encajar al mismo tiempo con innumerables experiencias, por así decirlo, más o menos similares, jamás idénticas estrictamente hablando; en suma, con casos puramente diferentes. Todo concepto se forma por equiparación de casos no iguales. Del mismo modo que es cierto que una hoja no es igual a otra, también es cierto que el concepto hoja se ha formado al abandonar de manera arbitraria esas diferencias individuales, al olvidar las notas distintivas, con lo cual se suscita entonces la representación, como si en la naturaleza hubiese algo separado de las hojas que fuese la "hoja", una especie de arquetipo primigenio a partir del cual todas las hojas habrían sido tejidas, diseñadas, calibradas, coloreadas, onduladas, pintadas, pero por manos tan torpes, que ningún ejemplar resultase ser correcto y fidedigno como copia fiel del arquetipo. Decimos que un hombre es "honesto". ¿Por qué ha obrado hoy tan honestamente?, preguntamos. Nuestra respuesta suele ser así: a causa de su honestidad. ¡La honestidad! Esto significa a su vez: la hoja es la causa de las hojas. Ciertamente no sabemos nada en absoluto de una cualidad esencial, denominada "honestidad", pero sí de una serie numerosa de acciones individuales, por lo tanto desemejantes, que igualamos olvidando las desemejanzas, y, entonces, las denominamos acciones honestas; al final formulamos a partir de ellas una qualitas occulta con el nombre de "honestidad".

La omisión de lo individual y de lo real nos proporciona el concepto del mismo modo que también nos proporciona la forma, mientras que la naturaleza no conoce formas ni conceptos, así como tampoco ningún tipo de géneros, sino solamente una x que es para nosotros inaccesible e indefinible. También la oposición que hacemos entre individuo y especie es antropomórfica y no procede de la esencia de las cosas, aun cuando tampoco nos aventuramos a decir que no le corresponde: en efecto, sería una afirmación dogmática y, en cuanto tal, tan demostrable como su contraria.

¿Qué es entonces la verdad? Una hueste en movimiento de metáforas, metonimias, antropomorfismos, en resumidas cuentas, una suma de relaciones humanas que han sido realzadas, extrapoladas y adornadas poética y retóricamente y que, después de un prolongado uso, un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes; las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son; metáforas que se han vuelto gastadas y sin fuerza sensible, monedas que han perdido su troquelado y no son ahora ya consideradas como monedas, sino como metal.

No sabemos todavía de dónde procede el impulso hacia la verdad, pues hasta ahora solamente hemos prestado atención al compromiso que la sociedad establece para existir: ser veraz, es decir, utilizar las metáforas usuales; por tanto, solamente hemos prestado atención, dicho en términos morales, al compromiso de mentir de acuerdo con una convención firme, mentir borreguilmente, de acuerdo con un estilo vinculante para todos. Ciertamente, el hombre se olvida de que su situación es ésta; por tanto, miente de la manera señalada inconscientemente y en virtud de hábitos seculares --y precisamente en virtud de esta inconsciencia, precisamente en virtud de este olvido, adquiere el sentimiento de la verdad--. A partir del sentimiento de estar comprometido a designar una cosa como "roja", otra como "fría" y una tercera como "muda", se despierta un movimiento moral hacia la verdad; a partir del contraste del mentiroso, en quien nadie confía y a quien todo el mundo excluye, el hombre se demuestra a sí mismo lo honesto, lo fiable y lo provechoso de la verdad. En ese instante, el hombre pone sus actos como ser racional bajo el dominio de las abstracciones; ya no tolera más el ser arrastrado por las impresiones repentinas, por las intuiciones; generaliza en primer lugar todas esas impresiones en conceptos más descoloridos, más fríos, para uncirlos al carro de su vida y de su acción. Todo lo que eleva al hombre por encima del animal depende de esa capacidad de volatilizar las metáforas intuitivas en un esquema; en suma, de la capacidad de disolver una figura en un concepto. En el ámbito de esos esquemas es posible algo que jamás podría conseguirse bajo las primitivas impresiones intuitivas: construir un orden piramidal por castas y grados; instituir un mundo nuevo de leyes, privilegios, subordinaciones y delimitaciones, que ahora se contrapone al otro mundo de las primitivas impresiones intuitivas como lo más firme, lo más general, lo mejor conocido y lo más humano y, por tanto, como una instancia reguladora e imperativa. Mientras que toda metáfora intuitiva es individual y no tiene otra idéntica y, por tanto, sabe siempre ponerse a salvo de toda clasificación, el gran edificio de los conceptos ostenta la rígida regularidad de un columbarium romano e insufla en la lógica el rigor y la frialdad peculiares de la matemática. Aquel a quien envuelve el hálito de esa frialdad, se resiste a creer que también el concepto, óseo y octogonal como un dado y, como tal, versátil, no sea más que el residuo de una metáfora, y que la ilusión de la extrapolación artística de un impulso nervioso en imágenes es, si no la madre, sí sin embargo la abuela de cualquier concepto. Ahora bien, dentro de ese juego de dados de los conceptos se denomina "verdad" al uso de cada dado según su designación; contar exactamente sus puntos, formar las clasificaciones correctas y no violar en ningún caso el orden de las castas ni la sucesión jerárquica. Así como los romanos y los etruscos dividían el cielo mediante rígidas líneas matemáticas y conjuraban en ese espacio así delimitado, como en un templum, a un dios, cada pueblo tiene sobre él un cielo conceptual semejante matemáticamente repartido y en esas circunstancias entiende por mor de la verdad, que todo dios conceptual ha de buscarse solamente en su propia esfera. Cabe admirar en este caso al hombre como poderoso genio constructor, que acierta a levantar sobre cimientos inestables y, por así decirlo, sobre agua en movimiento una catedral de conceptos infinitamente compleja: ciertamente, para encontrar apoyo en tales cimientos debe tratarse de un edificio hecho como de telarañas, suficientemente liviano para ser transportado por las olas, suficientemente firme para no desintegrarse ante cualquier soplo de viento. Como genio de la arquitectura el hombre se eleva muy por encima de la abeja: ésta construye con la cera que recoge de la naturaleza; aquél, con la materia bastante más delicada de los conceptos que, desde el principio, tiene que fabricar por sí mismo. Aquí él es acreedor de admiración profunda --pero no ciertamente por su inclinación a la verdad, al conocimiento puro de las cosas--. Si alguien esconde una cosa detrás de un matorral, a continuación la busca en ese mismo sitio y, además, la encuentra, no hay mucho de qué vanagloriarse en esa búsqueda y ese descubrimiento; sin embargo, esto es lo que sucede con la búsqueda y descubrimiento de la "verdad" dentro del recinto de la razón. Si doy la definición de mamífero y a continuación, después de haber examinado un camello, declaro: "he aquí un mamífero", no cabe duda que con ello se ha traído a la luz una nueva verdad, pero es de valor limitado; quiero decir; es antropomórfica de cabo a rabo y no contiene un solo punto que sea "verdadero en sí", real y universal, prescindiendo de los hombres. El que busca tales verdades en el fondo solamente busca la metamorfosis del mundo en los hombres; aspira a una comprensión del mundo en tanto que cosa humanizada y consigue, en el mejor de los casos, el sentimiento de una asimilación. Del mismo modo que el astrólogo considera a las estrellas al servicio de los hombres y en conexión con su felicidad y con su desgracia, así también un investigador tal considera que el mundo en su totalidad está ligado a los hombres; como el eco infinitamente repetido de un sonido original, el hombre; como la imagen multiplicada de un arquetipo, el hombre. Su procedimiento consiste en tomar al hombre como medida de todas las cosas; pero entonces parte del error de creer que tiene estas cosas ante sí de manera inmediata, como objetos puros. Por tanto, olvida que las metáforas intuitivas originales no son más que metáforas y las toma por las cosas mismas.

Sólo mediante el olvido de este mundo primitivo de metáforas, sólo mediante el endurecimiento y petrificación de un fogoso torrente primordial compuesto por una masa de imágenes que surgen de la capacidad originaria de la fantasía humana, sólo mediante la invencible creencia en que este sol, esta ventana, esta mesa son una verdad en sí, en resumen: gracias solamente al hecho de que el hombre se olvida de sí mismo como sujeto y, por cierto, como sujeto artísticamente creador, vive con cierta calma, seguridad y consecuencia; si pudiera salir, aunque sólo fuese un instante, fuera de los muros de esa creencia que lo tiene prisionero, se terminaría en el acto su "conciencia de sí mismo". Le cuesta trabajo reconocer ante sí mismo que el insecto o el pájaro perciben otro mundo completamente diferente al del hombre y que la cuestión de cuál de las dos percepciones del mundo es la correcta carece totalmente de sentido, ya que para decidir sobre ello tendríamos que medir con la medida de la percepción correcta, es decir, con una medida de la que no se dispone. Pero, por lo demás, la "percepción correcta" --es decir, la expresión adecuada de un objeto en el sujeto-- me parece un absurdo lleno de contradicciones, puesto que entre dos esferas absolutamente distintas, como lo son el sujeto y el objeto, no hay ninguna causalidad, ninguna exactitud, ninguna expresión, sino, a lo sumo, una conducta estética, quiero decir: un extrapolar alusivo, un traducir balbuciente a un lenguaje completamente extraño, para lo que, en todo caso, se necesita una esfera intermedia y una fuerza mediadora, libres ambas para poetizar e inventar. La palabra "fenómeno" encierra muchas seducciones, por lo que, en lo posible, procuro evitarla, puesto que no es cierto que la esencia de las cosas se manifieste en el mundo empírico. Un pintor que careciese de manos y quisiera expresar por medio del canto el cuadro que ha concebido, revelará siempre, en ese paso de una esfera a otra, mucho más sobre la esencia de las cosas que en el mundo empírico. La misma relación de un impulso nervioso con la imagen producida no es, en sí, necesaria; pero cuando la misma imagen se ha producido millones de veces y se ha transmitido hereditariamente a través de muchas generaciones de hombres, apareciendo finalmente en toda la humanidad como consecuencia cada vez del mismo motivo, acaba por llegar a tener para el hombre el mismo significado que si fuese la única imagen necesaria, como si la relación del impulso nervioso original con la imagen producida fuese una relación de causalidad estricta; del mismo modo que un sueño eternamente repetido sería percibido y juzgado como algo absolutamente real. Pero el endurecimiento y la petrificación de una metáfora no garantizan para nada en absoluto la necesidad y la legitimación exclusiva de esta metáfora. 

Sin duda, todo hombre que esté familiarizado con tales consideraciones ha sentido una profunda desconfianza hacia todo idealismo de este tipo, cada vez que se ha convencido con la claridad necesaria de la consecuencia, ubicuidad e infalibilidad de las leyes de la naturaleza; y ha sacado esta conclusión: aquí, cuanto alcanzamos en las alturas del mundo telescópico y en los abismos del mundo microscópico, todo es tan seguro, tan elaborado, tan infinito, tan regular, tan exento de lagunas; la ciencia cavará eternamente con éxito en estos pozos, y todo lo que encuentre habrá de concordar entre sí y no se contradirá. Qué poco se asemeja esto a un producto de la imaginación; si lo fuese, tendría que quedar al descubierto en alguna parte de la apariencia y la irrealidad. Al contrario, cabe decir por lo pronto que, si cada uno de nosotros tuviese una percepción sensorial diferente, podríamos percibir unas veces como pájaros, otras como gusanos, otras como plantas, o si alguno de nosotros viese el mismo estímulo como rojo, otro como azul e incluso un tercero lo percibiese como un sonido, entonces nadie hablaría de tal regularidad de la naturaleza, sino que solamente se la concebiría como una creación altamente subjetiva. Entonces, ¿qué es, en suma, para nosotros una ley de la naturaleza? No nos es conocida en sí, sino solamente por sus efectos, es decir, en sus relaciones con otras leyes de la naturaleza que, a su vez, sólo nos son conocidas como sumas de relaciones. Por consiguiente, todas esas relaciones no hacen más que remitir continuamente unas a otras y nos resultan completamente incomprensibles en su esencia; en realidad sólo conocemos de ellas lo que nosotros aportamos: el tiempo, el espacio, por tanto las relaciones de sucesión y los números. Pero todo lo maravilloso, lo que precisamente nos asombra de las leyes de la naturaleza, lo que reclama nuestra explicación y lo que podría introducir en nosotros la desconfianza respecto al idealismo, reside única y exclusivamente en el rigor matemático y en la inviolabilidad de las representaciones del espacio y del tiempo. Sin embargo, esas nociones las producimos en nosotros y a partir de nosotros con la misma necesidad que la araña teje su tela; si estamos obligados a concebir todas las cosas solamente bajo esas formas, entonces no es ninguna maravilla el que, a decir verdad, sólo captemos en todas las cosas precisamente esas formas, puesto que todas ellas deben llevar consigo las leyes del número, y el número es precisamente lo más asombroso de las cosas. Toda la regularidad de las órbitas de los astros y de los procesos químicos, regularidad que tanto respeto nos infunde, coincide en el fondo con aquellas propiedades que nosotros introducimos en las cosas, de modo que, con esto, nos infundimos respeto a nosotros mismos. En efecto, de aquí resulta que esta producción artística de metáforas con la que comienza en nosotros toda percepción, supone ya esas formas y, por tanto, se realizará en ellas; sólo por la sólida persistencia de esas formas primigenias resulta posible explicar el que más tarde haya podido construirse sobre las metáforas mismas el edificio de los conceptos. Este edificio es, efectivamente, una imitación, sobre la base de las metáforas, de las relaciones de espacio, tiempo y número.


2

Como hemos visto, en la construcción de los conceptos trabaja originariamente el lenguaje; más tarde la ciencia. Así como la abeja construye las celdas y, simultáneamente, las rellena de miel, del mismo modo la ciencia trabaja inconteniblemente en ese gran columbarium de los conceptos, necrópolis de las intuiciones; construye sin cesar nuevas y más elevadas plantas, apuntala, limpia y renueva las celdas viejas y, sobre todo, se esfuerza en llenar ese colosal andamiaje que desmesuradamente ha apilado y en ordenar dentro de él todo el mundo empírico, es decir, el mundo antropomórfico. Si ya el hombre de acción ata su vida a la razón y a los conceptos para no verse arrastrado y no perderse a sí mismo, el investigador construye su choza junto a la torre de la ciencia para que pueda servirle de ayuda y encontrar él mismo protección bajo ese baluarte ya existente. De hecho necesita protección, puesto que existen fuerzas terribles que constantemente le amenazan y que oponen a la verdad científica "verdades" de un tipo completamente diferente con las más diversas etiquetas.

Ese impulso hacia la construcción de metáforas, ese impulso fundamental del hombre del que no se puede prescindir ni un solo instante, pues si así se hiciese se prescindiría del hombre mismo, no queda en verdad sujeto y apenas si domado por el hecho de que con sus evanescentes productos, los conceptos, resulta construido un nuevo mundo regular y rígido que le sirve de fortaleza. Busca un nuevo campo para su actividad y otro cauce y lo encuentra en el mito y, sobre todo, en el arte. Confunde sin cesar las rúbricas y las celdas de los conceptos introduciendo de esta manera nuevas extrapolaciones, metáforas y metonimias; continuamente muestra el afán de configurar el mundo existente del hombre despierto, haciéndolo tan abigarradamente irregular, tan inconsecuente, tan inconexo, tan encantador y eternamente nuevo, como lo es el mundo de los sueños. En sí, ciertamente, el hombre despierto solamente adquiere conciencia de que está despierto por medio del rígido y regular tejido de los conceptos y, justamente por eso, cuando en alguna ocasión un tejido de conceptos es desgarrado de repente por el arte llega a creer que sueña. Tenía razón Pascal cuando afirmaba que, si todas las noches nos sobreviniese el mismo sueño, nos ocuparíamos tanto de él como de las cosas que vemos cada día: "Si un artesano estuviese seguro de que sueña cada noche, durante doce horas completas, que es rey, creo --dice Pascal-- que sería tan dichoso como un rey que soñase todas las noches durante doce horas que es artesano". La diurna vigilia de un pueblo míticamente excitado, como el de los antiguos griegos, es, de hecho, merced al milagro que se opera de continuo, tal y como el mito supone, más parecida al sueño que a la vigilia del pensador científicamente desilusionado. Si cada árbol puede hablar como una ninfa, o si un dios, bajo la apariencia de un toro, puede raptar doncellas, si de pronto la misma diosa Atenea puede ser vista en compañía de Pisístrato recorriendo las plazas de Atenas en un hermoso tiro --y esto el honrado ateniense lo creía--, entonces, en cada momento, como en sueños, todo es posible y la naturaleza entera revolotea alrededor del hombre como si solamente se tratase de una mascarada de los dioses, para quienes no constituiría más que una broma el engañar a los hombres bajo todas las figuras.

Pero el hombre mismo tiene una invencible inclinación a dejarse engañar y está como hechizado por la felicidad cuando el rapsoda le narra cuentos épicos como si fuesen verdades, o cuando en una obra de teatro el cómico, haciendo el papel de rey, actúa más regiamente que un rey en la realidad. El intelecto, ese maestro del fingir, se encuentra libre y relevado de su esclavitud habitual tanto tiempo como puede engañar sin causar daño, y en esos momentos celebra sus Saturnales. Jamás es tan exuberante, tan rico, tan soberbio, tan ágil y tan audaz: poseído de placer creador, arroja las metáforas sin orden alguno y remueve los mojones de las abstracciones de tal manera que, por ejemplo, designa el río como el camino en movimiento que lleva al hombre allí donde habitualmente va. Ahora ha arrojado de sí el signo de la servidumbre; mientras que antes se esforzaba con triste solicitud en mostrar el camino y las herramientas a un pobre individuo que ansía la existencia y se lanza, como un siervo, en buscar de presa y botín para su señor, ahora se ha convertido en señor y puede borrar de su semblante la expresión de indigencia. Todo lo que él hace ahora conlleva, en comparación con sus acciones anteriores, el fingimiento, lo mismo que las anteriores conllevaban la distorsión. Copia la vida del hombre, pero la toma como una cosa buena y parece darse por satisfecho con ella. Ese enorme entramado y andamiaje de los conceptos al que de por vida se aferra el hombre indigente para salvarse, es solamente un armazón para el intelecto liberado y un juguete para sus más audaces obras de arte y, cuando lo destruye, lo mezcla desordenadamente y lo vuelve a juntar irónicamente, uniendo lo más diverso y separando lo más afín, pone de manifiesto que no necesita de aquellos recursos de la indigencia y que ahora no se guía por conceptos, sino por intuiciones. No existe ningún camino regular que conduzca desde esas intuiciones a la región de los esquemas espectrales, las abstracciones; la palabra no está hecha para ellas, el hombre enmudece al verlas o habla en metáforas rigurosamente prohibidas o mediante concatenaciones conceptuales jamás oídas, para corresponder de un modo creador, aunque sólo sea mediante la destrucción y el escarnio de los antiguos límites conceptuales, a la impresión de la poderosa intuición actual.

Hay períodos en los que el hombre racional y el hombre intuitivo caminan juntos; el uno angustiado ante la intuición, el otro mofándose de la abstracción; es tan irracional el último como poco artístico el primero. Ambos ansían dominar la vida: éste sabiendo afrontar las necesidades más imperiosas mediante previsión, prudencia y regularidad; aquél sin ver, como "héroe desbordante de alegría", esas necesidades y tomando como real solamente la vida disfrazada de apariencia y belleza. Allí donde el hombre intuitivo, como en la Grecia antigua, maneja sus armas de manera más potente y victoriosa que su adversario, puede, si las circunstancias son favorables, configurar una cultura y establecer el dominio del arte sobre la vida; ese fingir, ese rechazo de la indigencia, ese brillo de las intuiciones metafóricas y, en suma, esa inmediatez del engaño acompañan todas las manifestaciones de una vida de esa especie. Ni la casa, ni el paso, ni la indumentaria, ni la tinaja de barro descubren que ha sido la necesidad la que los ha concebido: parece como si en todos ellos hubiera de expresarse una felicidad sublime y una serenidad olímpica y, en cierto modo, un juego con la seriedad. Mientras que el hombre guiado por conceptos y abstracciones solamente conjura la desgracia mediante ellas, sin extraer de las abstracciones mismas algún tipo de felicidad; mientras que aspira a liberarse de los dolores lo más posible, el hombre intuitivo, aposentado en medio de una cultura, consigue ya, gracias a sus intuiciones, además de conjurar los males, un flujo constante de claridad, animación y liberación. Es cierto que sufre con más vehemencia cuando sufre; incluso sufre más a menudo porque no sabe aprender de la experiencia y tropieza una y otra vez en la misma piedra en la que ya ha tropezado anteriormente. Es tan irracional en el sufrimiento como en la felicidad, se desgañita y no encuentra consuelo. ¡Cuán distintamente se comporta el hombre estoico ante las mismas desgracias, instruido por la experiencia y autocontrolado a través de los conceptos! Él, que sólo busca habitualmente sinceridad, verdad, emanciparse de los engaños y protegerse de las incursiones seductoras, representa ahora, en la desgracia, como aquél, en la felicidad, la obra maestra del fingimiento; no presenta un rostro humano, palpitante y expresivo, sino una especie de máscara de facciones dignas y proporcionadas; no grita y ni siquiera altera su voz; cuando todo un nublado descarga sobre él, se envuelve en su manto y se marcha caminando lentamente bajo la tormenta.